Por qué nos gustan las mujeres maduras (esta es mi opinión)

Me ha parecido a mí que últimamente hay una tendencia en los gustos masculinos hacia las mujeres de media edad, es decir, de aquéllas que los que somos aficionados al porno llamamos «maduras«. La verdad, es que en la tele, en las revistas, en el cine o incluso paseando por la calle, ves a auténticos pibones que te dejan con la boca abierta, y realmente si te curiosidad saber su edad, te das cuenta de que no son precisamente unas jovencitas, sino más bien mujeres adultas que ya han entrado en la treintena. ¿Cómo creéis que eso puede ser?

Para mí, una de las principales razones ha sido el cambio que estas mujeres han pegado en las últimas décadas. Antes, en la época de nuestras abuelas, una señora se convertía en madre, por lo general casada con todas las de la ley, y ya resultaba que había entrado en la madurez, incluso ella misma lo pensaba; y su forma de actuar, de hablar e incluso su apariencia cambiaban en consecuencia, como si en vez de la maternidad hubiera llegado a ella la jubilación. Ahora, las maduras calientes son madres e incluso abuelas, y no por eso pierden ni un ápice de su sensualidad, más bien aprovechan su experiencia vital para hacerse más deseables si cabe.

¿Qué puede haber provocado ese cambio, que por supuesto no ha pasado inadvertido para el género masculino? Bueno, son varios los factores, pero uno de los más importantes, creo yo, ha sido el cambio de estilo de vida. Las mujeres quieren, al igual que los hombres, tener unos buenos estudios, un buen trabajo, ser independientes, disfrutar de todo lo que la vida ofrece (por supuesto del buen sexo), y llegar a la madurez lo más tarde y de la mejor manera posible. Eso hace que se preocupen mucho más de ellas y mucho menos del rol de madres y esposas que antaño se esperaba de ellas apenas llegadas a los 20; así, la cultura, el ocio, la moda y el cuidado personal se han vuelto muy importantes en las vidas de nuestras chicas, que con tanto entretenimiento pasan una década ordenado su vida, y cuando se dan cuenta han llegado a la treintena llenas de inquietudes, y pasan a ser cuarentonas con un montón de proyectos sin realizar y con ganas de realizarlos, que es lo que de verdad cuenta.

En la actualidad, cualquier treinteañera sabe cómo vestir, cómo maquillarse, qué es lo que mejor le sienta, como cuidarse por dentro y por fuera, y eso hace que pueda cumplir 40 cómodamente casi sin que nos demos cuenta, y aún pensemos que se ve mucho más joven. Además, su espíritu no es para nada el de una anciana, y de hecho, aunque siga cumpliendo edad, y se convierta en madre y después en abuela, no tiene por qué rendirse a la senectud y comportarse como si ya no tuviera nada por lo que ilusionarse, mucho menos en cuestiones de hombres. ¿Cuántos casos vemos de mujeres de 50 y 60, que se divorcian o enviudan, y empiezan a vivir una segunda juventud sexual incluso con más ganas que la primera? No creo que para nadie sea algo extraño.